lunes, 1 de febrero de 2010

4ª LPO EL PICACHO Y EL OREJÓN ASESINO

Si ya amenazaba el día con no ser un día normal. No tengo un duro, voy al cajero antes de salir, cajero no disponible en esos momentos. No hay más del mismo banco en Sanlúcar, 1,30€ de comisión, con dos guebs, mañana ire a decirles algo. Me tomo un café y una quemada, si una quemada porque de tostada no tenía nada. Me dejo la botella de agua en casa tengo que parar y comprar una.
Llego a la zona de competición empieza el ritual, busco la tarjeta, empiezo a cambiarme, pulsometro, reloj, brújula de dedo, funda para la tarjeta (desde que la perdí en Montellano decidí que nunca más la perdería), polainas, el invento que me regaló el Chistian para no cargar los gemelos, zapatillas, funda para la descripción de controles, pantalón, camisetas varias la última de manga larga que hoy parece que va a hacer fresco. Total que llevo más tonterías que un mueble bar. ¡Ah! se me olvidaba una cintita pal pelo, pues a los donantes de pelo nos molesta mucho el sudor en los ojos. Lo más importante y que no puede faltar a un aprendiz de corredor para evitar las pájaras, mi "doping", 4 o 5 orejones, azucar a lo bestia para los vahidos durante el camino.
Bueno empieza la carrera, estoy muy concentrado 3 primeras balizas de lujo, la 4 primera excursión por las zarzas. Veo un sendero que creo que me lleva a donde voy y poco a poco se empezó a estrechar tanto horizontalmente como verticalmente, acabe a gatas. Antes de cagarla más tocaron retirada. Total 4 minutos de perdida.
Hasta la 6 vuelve a estar bien la carrera alguna duda pero rápidamente solucionada. Buena elección de trayecto hasta la 7ª y como el terreno era cuesta arriba aproveché para reponer energía, un orejón pal cuerpo. A medida que lo iba masticando notaba que esta vez no era capaz de tragarlo normalmente, hasta que un trocito se me quedó a medio camino, ni para arriba ni para abajo. Empecé a axfisiarme, intenté toser para expulsarlo y no había manera, aquello se había pegado a la pared de la traquea o yo que sé donde, que me estaba ahogando. Cuando se me pasó estaba tan desorientado que no me situaba en el mapa y mucho menos sabia por donde andaba. Después de un rato acabé localizando un claro y despúes la baliza. Viendo los parciales en el GPS habré perdido en ese tramo 7-8 minutos. Estos minutos sumados a la excursión por las zarzas han hecho que Juan me pillase. A partir de esta baliza ha sido una carrera junto con Juan Vila, mira que he intentado no seguir su ruta y cuando he podido, he intetado despegarme de el,. pero hemos trazado los tramos más o menos igual y además el ritmo que llevamos es el mismo. Hasta la baliza 18 hemos ido a la par, ahí la cianosis ha hecho acto de presencia y se ha despegado de mi.
Una carrera que si no hubiese sido por el orejón asesino hubiese estado mucho mejor.
Nos vemos en la próxima.